domingo, 27 de noviembre de 2011


Te extrañaba, solo eso. No paraba de llorar ni un segundo, ¿qué iba a hacer? No había otro motivo de mi existir si no era junto a vos.
Te esperé, tanto tanto te esperé que comencé a inventarte en cada lugar que habité. Si miraba las estrellas, ellas formaban tu rostro,
Si el atardecer
comenzaba, el sol me hacia acordar a tu calor, si llovía, me acordaba del frío. De tus palabras y tus manos congeladas diciéndome adiós.
Yo viajaba,
a través de mi mente te imaginaba, te recordaba así, simplemente porque no encontraba otra escapatoria ya que tu cuerpo se encontraba muy lejos de mí.
Llegué hasta el límite de
la locura y un poco más. Pero el tiempo pasó, pasó y pasó… días, meses, años sin vos.
No me quedo otra, tenía que empezar desde cero otra vez. Tenía que armar un futuro nuevo donde vos no estés, con otra persona y con sueños nuevos.
Todavía
te extraño y no lo voy a negar, es un sentimiento que me gana de cabeza a pies. Lo único que quisiera saber es si existe algún correo
Que te pueda llevar esta carta
así la puedes leer. O sino algún teléfono que se comunique con el cielo así puedo volver a escuchar tu voz.
En la inmensidad del cielo
, entre las nubes y su color azul, yo se que por ahí te encuentras y me espías cada tanto porque no has podido
Olvidarme
y temes pensar que me abandonaste. Pero quédate tranquilo, yo sé que no puede morir un sentimiento como el nuestro por mas lejos
E inalcanzable que parezca
que estemos. Algo mas te pido, que si encuentras algún túnel, una escalera o un avión que te traiga hasta acá, no me niego,
Te podes
escapar, sabes que te voy a esperar…      
 TE AMO.

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